¡Hola! por fin he vuelto, no sé por cuanto tiempo pero voy intentar pasarme por aquí de vez en cuando; muchas gracias a todos por vuestro ánimo, la verdad es que me gustó ver cómo os seguís paseando por aquí. Esta semana no tendré mucho tiempo de hacer comentarios a vuestros post, pero la que viene pienso ponerme al día (gracias especiales a Alex por tu velita, me hizo efecto ¡de verdad! y a Mario, como siempre...)
Ahí os dejo esto último que escribí, tal vez suene a paranoia o, tal vez, lo sea...jejejej
Llegué al colegio el año que viene y me tuve que cambiar los calcetines dos veces porque decrecí dos centímetros. Colgué la mochila ayer y, antes de ayer, cuando la he cogido para ir hoy a casa de mi hijo a hacer los deberes, no tenía nada de nada, sólo estaba llena de billetes verdes de 500 euros. Los he tirado porque no me hacían falta para nada, los he sacado rápido y los he dejado fuera, dentro de mis bolsillos.
Me he sentado debajo de la silla y he escrito con las dos manos, el ordenador funciona mejor con los portaminas del 0.7, la letra verdana casi no me gusta, es difícil entenderla; es letra de médico cuando la hace mi nieto.
No sé bien qué hago aquí, sentada encima de la tele, me he vuelto a perder Barrio Sésamo, aunque el episodio de mañana acabo de encontrármelo paseando por el recibidor de esta casa que no sé bien de quién es…, casi siempre me pasa algo extraño cuando te vas… ¿cuándo fue ayer, hoy, te has ido…?