NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL

NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL
BLOG DE MARIA

OTRO MUNDO ES POSIBLE

OTRO MUNDO ES POSIBLE
CUANDO LO SOÑAMOS JUNTOS...

martes, 24 de junio de 2008

LA REUNIÓN







No merecía la pena caminar por entre los coches aparcados en hilera, ni retarse con el sol inoportuno que abrasaba el chacra coronario. Tenía prisa, como siempre, y cruzar el parque hospitalario por entre el pasillo creado a base de encinas legendarias y robles antológicos, constituía una manera inteligente de llegar a tiempo a la reunión y privarse del calor sofocante que le derretía el intelecto y las ganas de continuar caminando.

Sabía que no podía dejarse llevar ni permanecer por más de un solo instante bajo las sombras que daban los árboles. Era demasiado absurdo recordar en aquellos días, todo lo que había costado tantas horas y tantos minutos borrar: un olvido prefabricado que, asiduamente, se solía deshacer como un castillo de papel; con murallas y atalayas que se tambaleaban con la primera ráfaga de aire que soplase más fuerte de lo normal.

El teléfono móvil sonó con esa melodía extraña que su hermana le había seleccionado: una mezcla entre Morcheeba y Trivalista; cualquier grupo inimaginable para alguien como ella que se pasaba el día con el mismo cd de pop que le regalaron para Reyes y, en su defecto, enganchada a cualquier emisora en español que el coche le proporcionase de una manera rápida y cómoda; sin elegir. Cogió el teléfono mecánicamente y, también, mecánicamente se colocó el pequeño aparato (similar al audífono de su abuelo Conrado ) para facilitar la búsqueda de mil folios que
tenía en la carpeta. Los libros se resbalaban y el bolso caía desde su hombro hasta la L que formaba el codo con el antebrazo, las gafas de sol bajaban hacía la punta de la nariz y no quedó más remedio que depositar los bultos en un banco de piedra y relajar los músculos para poder seguir la conversación que su jefe intentaba mantener con ella.

La reunión comenzaba en ese instante y su aportación era indispensable, pero como el tele transporte aún no existía y era materialmente imposible que llegase con tiempo al edificio gris y elevado que servía de sede de reuniones a su empresa, decidieron que la videoconferencia sería la solución más astuta. Dánae se peinó un poco los rizos que le caían sobre el hombro e intentó buscar la sombra perfecta que le favoreciese el rostro, no podía quitarse de la cabeza a Luís, el cabeza de turco de la empresa competente que la arrastró a tantas noches de cielos destapados y placeres infinitos; él estaría en la reunión y la observaría, como el resto, a través de esta tecnología punta que no permitía ni llegar tarde a una reunión… La exposición no tardó en comenzar, sin diálogos y sin feed-back, ella sosteniendo su teléfono móvil a unos metros de su cara con el brazo semiflexionado frente a su rostro de mujer madura.
Sin esperarlo y sin poder hacer nada para evitarlo, una mano tersa y huesuda la invitó a sostener el teléfono, mientras en un susurro gesticulante un chaval más joven que ella, dueño de esa mano, sonreía y le pedía que siguiese mientras él le otorgaba el beneplácito de ofrecerle ayuda sin más. Dánae no podía perder la compostura ni cortar la comunicación, sabía que los representantes checos se habían pensado dos veces el trabajar con ella y con su empresa y si perdía esta oportunidad, perdería también el trabajo de sus sueños… ¡ no podía permitirlo ¡ así que mirando con el rabillo del ojo al ayudante inesperado, hizo ademán de agradecimiento y siguió exponiendo cifras, argumentos, teorías y elucubraciones enrevesadas que nadie más que ella sabía dominar y nombrar como si de una historia de magos y hechiceras se tratara.

El calor desaparecía a medida que iba relajándose en la exposición y dejaba paso al disfrute del único sentido que le quedaba libre de reuniones y números: el olfato. Aquel visitante extraño y mudo que le hacía de atril humano, desprendía una intensidad de aromas sugerentes. Olores espesos y pastosos, olores que le despertaban instintos ya casi olvidados, olores que le hacían recordar lo que Sergio le dio en los parques y le quitó en la realidad.
Casi no podría describir cómo empezó todo. Con un dedo en sus labios, el joven atril humano le pedía que callase y mientras Dánae seguía su monólogo, era guiada por los brazos flacos de aquel que la ayudaba a la ágil tarea de mantener su empleo. Disimulando para que los checos no desviasen la atención de sus teorías y con la elegancia que le caracterizaba, hizo un gesto expresivo mirando hacia un lado que le permitió hacer un barrido de reconocimiento y asegurarse de saber hacia dónde la había conducido ese guía lleno de olores. Se habían desplazado unos metros hacía la derecha, para refugiarse entre dos encinas estratégicamente colocadas para ocultar a gente que como ellos buscaban intimidad, gente que huía de miradas ajenas. Dánae ya conocía el lugar…Sergio y ella lo descubrieron cuando se descubren cosas, cuando se besaban a oscuras y en cada rincón exento de ojos extraños… ese lugar era el favorito de ambos para dejarse llevar por la falta de experiencia, por los arrebatos, por el instinto epicúreo que todos llevamos dentro…

El olor del joven la empezaba a embriagar, era olor que emborrachaba, cargado de feromonas que le estaban haciendo perder el atisbo de atención que necesitaba para mantener el hilo de la reunión infinita que jamás cesaba… y pasó… Dánae pegó un respingo y tragó saliva al notar que dos manos rudas y extrañas le acariciaban los pechos detrás de su espalda… el joven, que permanecía frente a ella haciendo su función de atril humano, sonrió y susurro: no tengas miedo, sólo, déjate llevar…y sin más preámbulos la videoconferencia terminó. Dánae no sabía si habían pasado dos horas o dos minutos desde el instante en que las manos le invadieron los abismos que albergaba en su pecho, pero la conversación con su jefe y la empresa competente acabó y, sin si quiera planteárselo, estaba semidesnuda enredada entre arbustos, brazos, labios y piernas que no eran suyas.
El joven guía miraba con una mirada adulta a Dánae enredada de espaldas entre los brazos robustos del que la esperaba escondido en el rincón de Sergio y de ella. Intentaba girarse para poder verle el rostro y saberle real, pero él no la dejaba. Mientras le acariciaba el cuerpo y le desabrochaba el último botón que se resistía, comenzó a besar el cuello por detrás y Dánae le escuchó por vez primera respirar acelerada y descompasadamente y volvió a intentar girarse y mirar de frente a aquel que la estaba volviendo loca de placer. - ¡no! – susurro al oído y Dánae, como fiel alumna decidió sucumbir y dejarse hacer…

Poco a poco los olores del joven fueron mezclándose con los olores de tres y poco a poco, también, iba desapareciendo ropa y quedando al descubierto todo lo que se intuía… Dánae no sabía si cerrar o abrir los ojos, tocar o tocarse, gritar o callarse… y, sin querer casi, descubrió que los ojos del joven voager le decían palabras secretas, libidinosas, carentes de significado espiritual y llenas de vida carnal… y decidió mirarle mientras era mirada… Acompasadamente y, sin pudor, el joven se fue desvistiendo y cuando dejó su cuerpo a la merced del viento y el poco sol que se entremetía entre las ramas, descubrió que su cuerpo no era tan joven como su rostro, que no era tan delgado como sus manos y que en un pis pás se había hecho hombre para regalarle otro cuerpo por delante…y se besaron… y se tocaron… y volvió a descubrir placeres que sólo aquel lugar le ofrecía…

Cuando despertó en el Hospital la cabeza le dolía y los ojos parecían salirse de las órbitas. Tenía una vía tomada de la muñeca derecha y su madre dormía en una postura incómoda adaptada a la, poco anatómica, silla de la habitación. Una enfermera entró sigilosa y le ofreció un silencio compartido para no despertar a la madre desfallecida: - es la primera vez que duerme, dejémosla, aún es pronto para que hablemos. Tienes que recuperarte para hacerlo-
Susurró la enfermera, mientras golpeaba con los dedos índice y anular la goma que conducía el suero.
Dánae no sabía qué hacía allí, sólo empezó a recordar cuando el olor de unas flores que adornaban la mesa la hizo discriminar una intensidad pastosa que hacía del ambiente algo cargado y embriagador. Giró el cuello dolorido y vio en una postal una frase escrita con letra de imprenta:
“ me gusta el olor de estas flores,
me recuerda a ti,
tengo ganas de que vuelvas…”

Y Dánae sonrío porque sólo ellos tres sabían lo que había pasado allí.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Dánae acabo de descubrirte, miraré entradas antiguas... Me gusta...

Intuyo que pasaste muy buenas vacaciones... Paris!!!

Ya veo que te has recuperado de tu estado catatónico, Y de qué manera! uffff (interesante Dánae)

Un abrazo fuerte,
y gracias por todo.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Hay Mariquilla,¡cuántas cosas pueden sugir, evocar y sugerir unos cuantos aromas! ¡Cuántos sueños pueden ser reales! o acaso, todo ¿sucedió? ¿de quién son las flores?
Original, si señora, original y bonito.
Besicos

Necio Hutopo dijo...

Bueno, yo es que me tengo que ir a darme un baño de agua fría...

Herodes Antipas dijo...

Muy original y evocador. Es una pasada, cómo todo lo que escribes...Un saludazo

Unknown dijo...

hermoso regreso de vacaciones...el relato es genial , embriagador...un abrazote

Vlad dijo...

Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae

by Alex dijo...

¡¡Madre del amor hermoso!!!

Maria, te han llegao todos los musos juntos y de golpe....jajaja

Esta Dánae....que valiente..
Con las cosas que ocurren hoy en dia....dejarse "enredar" por dos desconocidos....que peligro..¿no?

¿Como y porqué terminó en el hospital?...¿Sería un "golpe de calor"?.....
No me extrañaría....ya teneis 40º...
Toca escaparse pa las playas de Cadiz o Huelva.....que tienen mejor temperatura....:))

Un besazo muy gordo.

Paqui dijo...

Hooolaaaa!!!!!!!!!!!!! ya has vuelto. Me encanta. Te quiero. Besos

G dijo...

Vaya, ahora no voy a poder ponerme de pie sin sentir rubor, o estirar mucho la camiseta.

Por cierto, necesito cinco o seis fotos tuyas (donde salgas tu, vamos) urgentemente. zimbrioni@hotmail.com .

¿Para qué?, bueno, tu cumple es el 2 de Julio ¿no?... pues eso.

gloria lizano lópez dijo...

Ya hemos llegado a los 40º está claro. ooooooooo

G dijo...

¡¡Mariapaaaaaaahn!!, ¿ande estás?, ¿holaaaaaa?......ecooooo.....

La gata Roma dijo...

Juas, cuanto hace que no te leía algo así, que grande. En fin, tengo que buscarme un parque o algo…
Kisses