Gracias a www.laradiodelosblogueros.blogspot.com por concederme el premio a la mejor entrada de la semana (ESPEJOS), sólo puedo decir lo que ya he dicho ¡GRACIAS! ...y no os felicito la Navidad porque no creo en ella, pero si creyese... os desearía lo mejor...eso tenedlo por seguro; así que os deseo cosas bonitas pero para todo el año ¿ok? Estoy en plena enfermedad post-fiestones, así que... cuando reviva me manifestaré... besos
Porque para llegar a estos crepúsculos, los que adolecen en este mismo instante, tuve que donar órganos y sangre, sudar por todos los que llevé a cuestas sin poder evitarlo y ofrecer a los dioses llanto.
Estos amaneceres llegaron sin más y se están yendo para siempre, me sorprende esta capacidad mía de olvidar lo feo: adiós.
Ahora, aquí sentada sobre el asfalto, pienso en todos los días que fueron “ayer” y carecen de momentos repugnantes u olvidables. Todos tienen cimientos perpetuos hechos de las semillas de los que quise o, simplemente, de noches de luna llena: inmensa.
Si me miro en un espejo es cuándo recuerdo que me falta el riñón derecho o tengo menos dos latidos… ; si no, no soy consciente de todo lo que me arranqué por el camino. Por eso no lo hago con frecuencia y me miro poco en lugares que me devuelvan el reflejo.
Es certera mi predicción de que antaño estará hecho siempre de lo bueno lo mejor y de lo malo… lo que el espejo devuelva.
Porque aquí, frente a frente; cuando hablo conmigo y abandono los crepúsculos magenta; apareces tú, que eres al que quiero, y … ¿por qué no? de lo bueno lo mejor y de lo malo, a veces, lo menos malo… otros días, cuando llueve también estás y, aunque me quieres igual, me devuelves mi imagen en ti mismo y empiezo a echar de menos a mis riñones, a mis latidos, la mano que me falta porque la tengo sujetándome las intenciones, el olor que se ha esfumado o, simplemente, el alma… es entonces cuando te quiero menos (injustamente) y me enojo contigo.
Desde que me besaste te advertí que los vampiros odiamos los espejos.