NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL

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BLOG DE MARIA

OTRO MUNDO ES POSIBLE

OTRO MUNDO ES POSIBLE
CUANDO LO SOÑAMOS JUNTOS...

lunes, 30 de agosto de 2010

EL DÍA QUE ME MORÍ...


Me quedé así :-O

Nunca os ha pasado que lleváis conociendo a alguien bastante tiempo (años), con una amistad sincera, basada en la autenticidad y enorgulleciéndoos de formar parte de algo tan grande que no cabe en la cabeza de cualquiera y, un día, pasa algo relevante o irrelevante, un punto desencadenante de una reacción, de respuestas, de momentos momentáneos; que te hacen acabar preguntándote cuando tienes delante a la persona susodicha: - ¿y tú quién eres?-

Se te queda cara de… - ¡No me lo puedo creer! – y la explosión de ira por dentro puede ser comparable a un pequeño Big Bang de vísceras…
Pues si no os ha pasado, mejor. A mí me pasó hace un tiempo y…, bueno, como he dicho antes...
Me quedé así :-O

Precisamente con la boca abierta como una “o” mayúscula y la expresión más tonta que, jamás, hayan podido albergar mis facciones… una a una. Las manos cayendo al final de los brazos y acompañando la postura encorvada que asemeja a cualquier personajillo de cómic perteneciente a una familia de monstruos o de esponjas marinas. Ojos desencajados y los pulmones aplastados somatizando el dolor profundo de la flecha en el culo.

Lo peor ( y lo que más me preocupa) es mi falta de control en cuanto, al movimiento desacompasado del labio inferior, se refiere.
- ¡Oh Dios, pero si voy a echarme a llorar! –
- María, te acabas de dar cuenta de que una mierda y tú tenéis la importancia paralela para esta persona, te lo acabas de comer, encima se ríe, te echa la culpa porque debías haber dicho según qué cosas, todo esto te lo dice mientras se quita el “puto” disfraz que ha llevado puesto 9 años y…tú…tú vas a echarte a llorar…! –
Pues si, señoras, como una Magdalena (de esas de dios y la virgen); llorar lo que se dice llorar no era. Si antes el Big Bang de vísceras resonó en mi universo interno, ahora, el diluvio universal eran mis ojos y mi corazoncito de niña pequeña hecho trocitos diminutos... Llorar ¡llorar!. Y me dicen que soy sensible - ¡Joder, si me acaban de asesinar, lo menos es que sea sensible!- en fin…

… Y, bueno, todo esto… ¿a qué venía? ¿por qué lo cuento?...

No importa, realmente, crecer es lo que tiene… las hostias te vienen por todos lados (algunos lo llaman “madurez” ¡valiente gilipollez!), a la ingenuidad se le empieza a poner boca de “o” y la espontaneidad se hace rea de una cárcel inventada; pero… yo no pienso dejar que el olvido doble la esquina… es que no me da la gana… ¿rencor? - ¡vale, me lo quedo!-

“Y A QUIEN NO LE GUSTE, QUE NO MIRE…o, en su defecto, QUE SE MARCHE AL INFIERNO “

¡He dicho!



miércoles, 25 de agosto de 2010

HOY EMPIEZA TODO...





“… hoy será, será, será... mi primer día…”

Poner en pie todo lo que allí sentí sería una utopía, sí, un imposible; como dice Ori Li, tendré que pintarlo… no queda otra… supongo, que será la única forma de ponerme en contacto, de nuevo, conmigo y descubrir lo que, ni siquiera yo, sé que puede haberse transformado dentro de mis vísceras.

Pero necesito, por lo menos, hacer el intento y usar las letras. Considero importante aportar la reflexión y darle forma de alfabeto a todo lo que allí sucedió.

Estar de pie, encima de un escenario, mirándoos mientras contaba “mis cosas”, es complicado. Tal vez penséis que los nervios, la voz temblorosa y la sensación de infarto se debían al miedo escénico, a hablar en público; pero… (aunque también existiese) la verdad es que me resultó muy difícil contar todo lo que tenía escrito, arrancar, convencer a mis cuerdas vocales para que funcionasen y me permitiesen usar su sonido, fue un trago complicado…si. Una sensación de desnudez absoluta me recorría y un pavor extremo a no saber comunicar lo que quería comunicar. Pero se enrollaron y… fluí.

Hablar de amor en estos tiempos que corren puede ser muy mágico o muy trágico… no sabría definirlo bien… no sé… es difícil paladear las sensaciones cuando me miran, nunca creí que me sentiría así: indefensa. Pude disfrutarlo, pude veros y pude sentir la empatía (la de los que estábais y la de los que no) ¡con eso me basta! y eso… me lo quedo, es mío y de nadie más ¡gracias! mereció la pena.

Observar los gestos, las caras, las lágrimas, las sonrisas, el desconcierto, la apatía, la empatía, la complicidad, el amor, la ira, la alegría, la ilusión, la pasividad, la derrota, la soberbia, el desconsuelo, la vitalidad, la energía… todo ello como ofrenda a mis dibujos, pues… no puede ser definido; sólo lo siento, aquí … conmigo, al lado, hoy que es miércoles y la calma comienza a recostarse junto a mi cama.

Tengo tanto en mi cabeza y en el alma de las tripas que se arremolina, se alborota, se hace una bola inmensa y decide no saber salir.

Por eso hoy no me esfuerzo más, pero si que decido recordar aquí este momento que es el resumen del camino… ¡Gracias por el amor siempre! Gracias por hacer real lo que a veces parece un cuento, sin ti y sin ti y sin ti y sin ti…habría sido imposible: TE QUIERO.



miércoles, 11 de agosto de 2010

DIBUJÁNDOLE LA ESPALDA




Tiene la paz dibujándole el escote. Son trazos finos y a mano alzada, con el desdibujo que contonea el pulso, sin zigzag pero dejando a un lado la perfección…

La espalda bombea contracturas y la chepa de su familia, la de la herencia; se la dejaron y es suya, de nadie más.

Cuando se quiere acariciar los omoplatos te busca, para que con un solo gesto y con tus ojos oscuros, le terses la piel muerta y recoloques los nudos pálidos que quedan después de cada solsticio.

Otras veces, anda hipnótica y con desdén, tú ni lo notas… pero le regalas frío y le hace bien.

Aunque de todo lo mejor, se suele quedar con las yemas de tus dedos, paralizadas por el miedo, incrustándose en sus cervicales… se enjuaga la boca con ellas y recorre todas y cada una de las encrucijadas que se fabricó contigo, cuando os mentíais; para poder seguir…

Y como si del final de un cuento se tratase, escribe en el diario de viaje que un día le regalaste, un “colorín colorado”; para dejar paso al principio del adiós, para dejar que la calma esboce en un rótulo de neón tu mentón inferior que tan loca la volvía y, observarte la risa forzada; la que os recuerda a ambos que algo se rompió dentro y que hará que, jamás, volváis a ser los mismos.

- Ya no te quiere -.


miércoles, 4 de agosto de 2010

REGRESO, YO

Soy trivial, agónica y nada apacible; tengo dos manos que me sirven para hablar y los ojos, casi siempre, cerrados. Poseo una sonrisa irresistible y un instinto casi infalible para acercarme a la gente rota. Me sosiega el amor en cualquiera de sus manifiestos y en cualquiera que sea el/la contenedor/a. Me gusta el buen comer y pasarme con el alcohol cuando desvarío delante de una barra de bar.




Me suelo enfadar con la gente que me hace mal, aunque no se den cuenta, me horroriza el dolor, le tengo miedo. Cuando canto en la ducha me doy cuenta de que no lo hago mal, pero… nunca saldría esa voz delante de nadie (otra de mis inseguridades). Soy morena, pelirroja o rubia… aún no lo sé; me gusta oler a los hombres sin colonia y mirar sus manos, los pies son motivo de juicio y si no son huesudos, no me gustan.

Unas diez veces al día la vista se me nubla porque desconecto de este mundo (yo tengo otro mucho mejor), mi momento favorito del día es cuando me preparo el desayuno y sonrío pensando en lo que me espera ¡ummm, qué divertido!. Mis amigos me ponen motes y a mi me encanta, creo que tengo buen sentido del humor ¡qué coño! ¡claro que lo tengo!.

Soy una acérrima defensora de la feminidad y una contraria a los estereotipos, me cago en las tradiciones y cada día creo menos en Dios (a veces, me da pena). Tengo una kilométrica cabeza que no deja de funcionar nunca ¡NUNCA! Disfruto viendo a la gente en la calle y a los niños pequeños recién lavados.

Suelo enamorarme unas dos veces al día y disfrutar de ello. Soy alegre y vital, aunque arrastro un saco de dolencias que camuflo debajo de la voz. Por fin me di cuenta de que el físico es irrelevante porque ya no veo a las personas por fuera, me enganché al interior ¡lo admito!.

Tengo canas, nunca seré delgada, mis ojos son sabios y mis dientes están alineados, me gusta decir “ te quiero “, soy frívola cuando me mienten y astuta cuando quiero. Me dejo llevar por la brisa del mar y de la tierra, soy imaginativa y nunca dejo de crear.

A veces, cuando me siento sola, me invento un reproche y se lo grito a la primera persona que me encuentro; soy injusta ¿y qué?. Uso bien la boca y la lengua, me duele todo lo que me indigna tanto tanto, que empiezo a dejar de pensar.

Soy inculta, acomodada, feliz, maternal, una mujer “hecha y derecha” (aunque me tuerzo caminando), enérgica y, sobre todo, de colores.

No podría vivir sin un lápiz y un poco de papel, un vino y un compañero de viaje; poco más tengo que decir… las vacaciones me han servido para mucho.