NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL

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BLOG DE MARIA

OTRO MUNDO ES POSIBLE

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CUANDO LO SOÑAMOS JUNTOS...

jueves, 25 de octubre de 2007

PRESENCIAS INTERMITENTES



Me llamaron por teléfono, tenía que acudir con rapidez a Córdoba, todos estaban allí y sólo faltaba yo, me estaban esperando.
Mientras preparaba el macuto, ese que sólo usaba cuando hacía un plan de este tipo, intuí que los nervios estaban aminorando la avidez con la que solía empaquetar dos braguitas, un sujetador, tres camisetas y un pantalón; el cepillo de dientes, el desodorante y poco más. Realmente tenía derecho a perder, en cierta medida, los estribos; a Julia la conocí en unos encuentros para discapacitados y conectamos, hubo una amistad y habíamos quedado en mi tierra para vernos de nuevo, después de dos años y esta vez, vendría con unos amigos. Yo me hice cargo y era la que no había llegado…, es lo que tenemos los miembros de mi familia, intentamos estar en los sitios puntuales y acabamos llegando los últimos…
El autobús fue puntual, yo fui (casi) puntual y logré cogerlo a tiempo. El teléfono no dejó de sonar, pero me relajé. El Mercadona era nuestro punto de encuentro y fue allí donde todo comenzó.
Bajé corriendo las escaleras y crucé la carretera (por supuesto cuando el semáforo estaba con el muñequito verde…o eso creo…), las puertas del supermercado se abrieron, cual mar lo hizo ante Moisés y, sin pensarlo, me fui hacia la sección de frutería que era donde me esperaban. Julia no había cambiado: organizaba y desorganizaba una compra que hacían una serie de chavales, ninguno mayor de 19 años y ¡de pronto! como si mi corazón la hubiese llamado, se giró… Se giró y nos miramos ¡por fin! el reencuentro tan esperado.
Hablamos, el mundo se paró y cuando pasó un instante decidimos hacerle caso a las siete personas que nos miraban sonriendo: -¡ Esta es “laMarta”!- decía con el acento peculiar que tienen los gallegos de la parte del norte. Uno a uno, fui besándolos: estaba el rubio que estaba bueno, el alto gracioso, el de mirada interesante, …, hasta que llegué al que jugaba con tres manzanas y no hacía demasiado caso a las circunstancias.
Cuando le vi, sentí eso que describen los guionistas y los escritores en sus obras: todo se paró, la gente desapareció y nos quedamos él y yo, bueno, más que nosotros dos, nuestras miradas. Nunca podría describirlo tan perfectamente como para descifrar todo lo que sentí. Lo resumiré diciendo que a partir de este instante, creí en los flechazos; porque me enamoré de él ¡ya está! ¡sin más! Yo, la que creí saberlo todo, la que se refugiaba en el equilibrio que había logrado, …, me enamoré sin poderlo entender: le miré, me miró y me vinculé para toda la vida a esos ojos azules, llenos de vaivenes y de arrugas.
Cinco días sin dormir fue mi historia. Cinco, mágicas noches, de encuentros furtivos en los diálogos de dos almas secretas y abismales. Un juramento de hermandad y de amistad y una despedida gris en la pista de aterrizaje de un aeropuerto…
Después de esto las tormentas borraron huellas, el lodo de las estrellas mal vistas nos inundó la mirada y desaparecimos. Un día volvimos a encontrarnos, pero ninguno nos reconocimos: él no era él ni yo era yo, éramos tan diferentes a nosotros que, aunque las almas se reconocieron, ambos les tapamos la boca para que no pudieran decir nada; al fin y al cabo, no quisimos volver a vernos, era sencillo…
Hoy he decidido volver y, de pronto, ya no somos Guadiana. Tengo hijos, un marido espectacular que sabe destaparle la boca a mi corazón cuando quiere escucharlo y mis mismas ganas de vivir, sólo que algunos amores más tarde…
Me gustó encontrarle de nuevo, la voz ya no es de niño y el pelo seguro que lo tiene más largo, tal vez pueda darle lo que nunca pude porque el chasquido de la flecha no me dejó, espero que la oportunidad la tengamos; de todos modos, todos tenemos presencias intermitentes que nos dejan sin respiración a veces y otras, simplemente, nos permiten recordar lo que fue, lo que pudo ser y lo que, lo mismo, no es nunca…
para mi hermano, el otro, el del norte...

8 comentarios:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Jajajaja, ¡qué tendrán unos ojos para mi mariquilla!
Que bonito relato, me ha encantado y además he recordado a "alguién en especial".
Besitos muchos Wüapa.

...lunita dijo...

Realmente bonito María!

Si me lo permites, me quedo con: "tod o se paró, la gente desapareció [...]nuestras miradas!

Me enamoré de él ¡ya está! ¡sin más!
ayyyyyy!!!! (suspiro) jejeeje!!!

Besitos

Necio Hutopo dijo...

Todos tenemos presencias intermitentes... Y saber cambiarlas y cambiarnos es, necesariamente, una forma de seguir andando...

Ahora lo entiendo todo (bueno, no... pero como dijo alguien más; hago camino al andar)

Anónimo dijo...

Precioso relato y preciosa historia. Reecontrarse y tener la oportunidad de vivir la historia de otra manera es algo sensacional que no siempre es posible.

Besos

Anónimo dijo...

ke padre escrito- me gusto mucho!

lo mas chistoso es ke muchas de esas presencias intermitentes nos markan de por vida y muchas veces nos damos kuenta kuando ya ni rekuerdas bien el rostro de la persona...

carmncitta dijo...

me encantó el post, la historia es preciosa :D

Paqui dijo...

sé que estabas esperando mi comentario, así que aquí lo tienes. Me encanta, jajaja.
Te quiero. Un beso

by Alex dijo...

....No sé, si me entenderás....
Pero , hace una hora, que tenía pensado irme a dormir......y..... te sigo leyendo....
Tal vez, sea mejor, descansar un poco y seguir leyendote mañana...
Pero, ese "¿BAILAS CONMIGO?", que estoy viendo ,aquí debajo.....ufff.......,me está diciendo....leeme....he leido las primeras lineas, no lo he podido evitar......"Lamiendote, palpandote".......¡¡Joder!!....mejor sigo leyendo mañana....jajaja..
Besinos..Muacksss